Índice

 

02 ¡Los efectos secundarios ya están aquí!

04 La guerra de las vacunas

06 Reacción Autoinmune (RA), Vacunas y Covid

12 Un estudio de los NIH confirma que las vacunas contra la COVID afectan el
ciclo menstrual

18Enfermería no puede vacunar sin «prescripción médica previa», personalizada

20Libros recomendados

21Videos recomendados

23Toque de humor

24Actividades pasadas

24Próximas actividades de la Liga para 2022

Primum Non Nocere 12

Editorial

 

¡Los efectos secundarios ya están aquí!

El “Informe de Farmacovigilancia” sobre las diferentes vacunas frente a la Covid–19, publicado el 6 de febrero por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) , dice que España ha confirmado un total de 400 muertes y 60.030 notificaciones de acontecimientos adversos tras la administración de 97.044.262 dosis de vacunas para esta enfermedad.

Se reconocen la miocarditis y la pericarditis como efecto secundario después de la vacunación. La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) también reconoce informes de miocarditis y pericarditis tras la vacunación para la Covid–19. La mayoría presentan dolor torácico, taquicardia, disnea, palpitaciones, mareos o síncope, y acaban en ingresos hospitalarios; se ha descrito fibrosis ventricular izquierda. Los pacientes que desarrollan síntomas han sido vacunados con una vacuna de ARNm (Pfizer o Moderna). Se desconocen las consecuencias a largo plazo de esta afección secundaria a la vacunación, en particular de miocarditis (arritmias, daño miocárdico a largo plazo o insuficiencia cardíaca).

El tipo más común de miocarditis es la miocarditis linfocítica aguda, a menudo causada por una infección viral. La pericarditis también es una afección recurrente que puede aparecer tras la vacunación.

La tasa general de notificación de miocarditis en todos los grupos de edad tras la inoculación de la vacuna de Pfizer es de 10 por millón de dosis; la de pericarditis, de 7 por millón de dosis. Con la de Moderna, la tasa general de notificación de miocarditis es de 36 por millón de dosis; la de pericarditis, de 21 por millón de dosis.

Tras la publicación de algunos estudios, la AEMPS ha empezado a evaluar el riesgo de sufrir trastornos menstruales con las vacunas de ARNm Comirnaty (Pfizer) y Spikevax (Moderna).

La realidad es que en la práctica clínica se observan desórdenes menstruales, metrorragias en mujeres de todas las edades, así como un aumento de problemas de fertilidad.

Con respecto al uso de la vacuna en embarazadas y madres lactantes, la información disponible de gestantes vacunadas durante el segundo y tercer trimestre de gestación es escasa y no avalada por la evidencia. Se recomienda precaución.

Desconocemos los potenciales efectos adversos de la vacuna a medio y largo plazo para los recién nacidos de madres vacunadas durante la gestación o lactantes. Lo sabremos en generaciones futuras.

Recomendamos precaución ante la vacunación en masa de mujeres embarazadas y mujeres lactantes, así como de aquellas que quieran quedarse embarazadas en un espacio corto de tiempo. La información disponible sobre la vacunación durante el primer trimestre de embarazo es muy limitada; no hay información sobre el riesgo de aborto espontáneo.

Hasta el 6 de febrero se habían administrado en España 62.903.742 dosis de Comirnaty, y en dicho periodo se registraron un total de 33.253 notificaciones de acontecimientos adversos tras recibir la inyección. La mayoría correspondieron a mujeres (75%) y a personas de entre 18 y 65 años (83%).

También se ha observado un aumento de linfadenopatías o enfermedad de los ganglios linfáticos tras la administración de la tercera dosis.

Lo que temíamos y avisábamos se ha hecho realidad. Con todos estos datos no nos pueden decir que la vacuna sea segura. Lo que sí sabemos es que se infravaloran los efectos secundarios, y muchos de ellos ni se recogen porque no se asocian a que sea un efecto de este tratamiento.

No estaría justificada la vacunación sistemática, ya que los riesgos superan a los “supuestos” beneficios. Las personas que decidan vacunarse harían bien en pedir una prescripción facultativa. La vacunación debe ser voluntaria y con un consentimiento informado previo adecuado donde se expliquen todos los efectos secundarios que pueden presentarse.

Sabemos que la inmunidad natural es la más duradera: la mejor prevención es una vida saludable que incluya una alimentación consciente, equilibrada y variada; ejercicio físico moderado y regular; descanso, exposición al sol diaria y medidas higiénicas adecuadas.

Abril de 2022

Junta Directiva LLV